Raúl Martínez, Sin título, 1969-1970, Óleo sobre lienzo, Cortesía de la Colección Ella Fontanals- Cisneros, Miami y Archivo Raúl Martínez
Adiós utopía:
sueños y desengaños en el arte cubano desde 1950
Museo de Bellas Artes, Houston │ Marzo 5, 2017 - Mayo 21, 2017
Walker Art Center, Minneapolis│ Noviembre 11, 2017 - Marzo 18, 2018
Esta exhibición sin precedentes dedicada al arte cubano es un proyecto concebido por Cisneros Fontanals Fundación Para Las Artes (CIFO Europa) y The Cisneros Fontanals Arts Foundation, CIFO. La exhibición es organizada en asociación con el Museum of Fine Arts, Houston y el Walker Art Center, Minneapolis. Presentando más de 100 de los trabajos más importantes de pintura, diseño gráfico, fotografía, video, instalación y artes escénicas creadas por artistas cubanos y diseñadores durante las últimas seis décadas, Adiós utopía es una mirada a la forma en que las aspiraciones revolucionarias de Cuba por la utopía social —y su desilusión posterior— dieron forma a casi 60 años del arte cubano.
Con el arte cubano siendo cada vez más visible en los Estados Unidos y en el extranjero, Adiós utopía ofrece un contexto sin precedentes para comprender el reciente aumento del interés por el arte cubano en torno a una mejora de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. En vez de ofrecer un estudio histórico, la exhibición presenta una narrativa temática enfocada en las aspiraciones utópicas y fracasos de Cuba. La exhibición se centra en las experiencias de los artistas cubanos que vivieron y se capacitaron en la isla, examinando cómo ellos comentaron y confrontaron los programas sociales y políticos puestos en marcha por la Revolución Cubana a través de movimientos artísticos esenciales, entre las décadas de 1960 y 1990. La narrativa también provee acceso, en algunos casos por primera vez, al trabajo de los pioneros del vanguardismo de las décadas de 1950, 60 y 70 que continúan influenciando a los artistas cubanos.
Concebida por CIFO Europa, la exhibición es comisariada por los comisarios cubanos independientes Gerardo Mosquera, René Francisco Rodríguez y Elsa Vega. Los asesores del museo involucrados en el proyecto son Olga Viso, directora ejecutiva del Walker Art Center y Mari Carmen Ramírez, la Comisaria Wortham de Arte Latinoamericano del MFAH, quien organizó la gira de esta muestra por Estados Unidos.
Descripción de la exhibición
Abstracción: universalidad y lenguaje artístico
Adiós utopía se inicia con una introducción al poco conocido movimiento artístico “Concreto” de Cuba. Los artistas Sandú Darié, Loló Soldevilla y otros, en la década de 1950, buscaron establecer un grupo de arte de avanzada para presentar una aproximación universal al arte, siguiendo un espíritu de modernización. Estos artistas se comprometieron con contrapartes del Constructivismo en el extranjero, abandonando el arte figurativo en favor del uso de la línea, el color y las formas como elementos autónomos en sus trabajos. Esto es evidente en los relieves geométricos de Soldevilla de la década de 1950, la Pintura transformable de Darié (c. 1950) y Sin título de Mario Carreño (1954). Trabajos más recientes —tal como Malevich, de la serie Tutoriales de esmalte de uñas de Yaima Carranza (2010), que transpone las composiciones del artista ruso del siglo XX (veinte) Kazimir Malevich en patrones con esmaltes de uñas— arrojan una mirada crítica hacia las brechas entre los ideales revolucionarios y la realidad.
Culto y destrucción de la nación revolucionaria
La siguiente sección describe el desarrollo de los íconos revolucionarios de Cuba —incluyendo la bandera cubana, los líderes nacionales y los soldados rebeldes— desde su origen en los años 60 hasta sus diversas reinterpretaciones a través de las décadas. Las fotografías históricas de Alberto Korda, Raúl Corrales y otros documentalistas de los años 60 son incorporadas al diálogo con cuadros monumentales, video y esculturas de artistas clave como Servando Cabrera Moreno y sus dramatizaciones de campesinos y obreros en su pintura Rebeldes de la Sierra (1961) y Raúl Martínez, con sus retratos seriales de los líderes políticos en el cuadro Rosas y estrellas (1972). Las reinterpretaciones contemporáneas de la iconografía nacional incluyen Estadística, de la serie Memoria de la postguerra, de Tania Bruguera (1995-2000) —una bandera cubana hecha con manojos de cabello provisto por sus vecinos y amigos— y Bandera cubana de Tomás Esson (1990), que representa la bandera como un cuerpo físico, sinuoso. En esta galería también están expuestas obras clave de la generación de los años 80, que fue pionera de un arte cubano nuevo, enfocado más conceptualmente (Nuevo Arte Cubano), caracterizado por la fusión exitosa de imágenes revolucionarias con referencias a temas altamente personales, basadas en sus experiencias de la realidad social y política cubana. Más notablemente, incluye una escultura de madera de Juan Francisco Elso, Por América (José Martí) (1986), que presenta al líder revolucionario del siglo XIX (diecinueve) como un mártir religioso.
El arte del cartel
Uno de los elementos visuales más fuertes de la Revolución Cubana sigue siendo el uso extensivo de carteles para promover ideales políticos, eventos culturales y la solidaridad con las luchas por la independencia en Asia, África y Latinoamérica. No sólo se utilizaron como herramientas de propaganda: los carteles cubanos se convirtieron en referentes internacionales para las innovaciones en diseño gráfico y en los mensajes políticos. En esta sección, una selección de aproximadamente 50 carteles que definieron la llamada “Era de Oro” del diseño cubano de carteles (desde 1960 hasta 1972) está representada, con temas que van desde las figuras políticas a los eventos culturales que incluyen música, literatura y cine. Están incluidos también carteles conocidos, diseñados por Olivio Martínez, Antonio Fernández Reboiro y Alfredo Gonzaléz Rostgaard.
La imposición de las palabras: discurso, retórica y el control de los medios de comunicación
Este grupo de obras se enfoca en el papel de la expresión y el discurso en la formación de la ideología revolucionaria, así como los temas de la censura y el control de los medios de comunicación. Opus (2005) abre esta sección con una instalación en video de José Ángel Toirac, presentando segmentos de audio de Fidel Castro dando a conocer elaboradas estadísticas. Otras instalaciones de gran envergadura, incluyendo Sin título (de la Etapa Práctica) (1989) de Glexis Novoa, continúan explorando la forma en que la retórica y el lenguaje han definido el arte y la identidad nacional cubana. Obras icónicas como Él hace puf (1967) y Tú haces plaff (1967) de Umberto Peña y La bola o el discurso (1989) de Tomás Esson, utilizan la boca y la lengua como metáforas para abordar los límites de los hábitos sociales en la sociedad cubana. Esta sección también se enfoca en el trabajo influyente de Santiago “Chago” Armada, un caricaturista de la década de 1960 cuyo trabajo fue censurado en varias ocasiones por el gobierno cubano.
Mar, fronteras, exilio
Desde 1959 en adelante, las aguas que rodean a Cuba actuaron tanto como puerta de entrada al resto del mundo y como barrera para aislar al país de las influencias externas. Esta sección de la exhibición se enfoca en tensiones territoriales —específicamente entre Cuba y los Estados Unidos— y las migraciones masivas representadas por el mar. Muchas de las obras incluidas relatan las crisis humanitarias en la década de 1990, cuando el colapso de la Unión Soviética dejó a la isla sin su socio comercial clave. La reconocida instalación de Tonel, El bloqueo (1989), da el tono a esta galería, presentando un conjunto de bloques de cemento en forma de Cuba, con un diseño que da la impresión de una isla que está en riesgo de hundirse. Las fotografías de Manuel Piña y José Figueroa completan la presentación, proporcionando una documentación dramática de los cubanos mientras intentaban escapar de la isla.
Ilusiones perdidas y utopías invertidas
Aunque la Revolución Cubana trató de crear un nuevo orden social utópico, la realidad se caracterizaba —con frecuencia— por paradojas, conflictos y desilusiones. La sección final de Adiós utopía presenta las obras creadas durante los últimos 40 años, las cuales trazan el desenlace del sueño utópico. En la presentación en video Autocensura (2006) de Jeanette Chavez, la artista ata metódicamente nudos de cuerdas, ajustados alrededor de su propia lengua. Las obras fotográficas de la serie Oro seco (2005-09) de Ricardo Elías, documentan la decadencia de las fábricas y los sistemas de transporte que sostuvieron la que fuera la lucrativa industria azucarera de Cuba, mientras que Estrés (in memoriam) (2004-12) de Yoan Capote, atrapa dientes humanos entre dos bloques de hormigón para sugerir el estrés de la vida cotidiana en Cuba. En la última galería de la exhibición, los visitantes experimentan dos obras inolvidables, ambas creadas por el colectivo artístico Los Carpinteros. Conga irreversible (2012), un video de una puesta en escena en la Bienal de la Havana 2012, que muestra una procesión callejera tradicional cubana, pero realizada en reversa; los manifestantes y las multitudes que caminan ciegamente son una metáfora de la incertidumbre del futuro del país. La pieza escultural del colectivo, Faro tumbado (2006), trae a la memoria el faro icónico del Castillo del Morro, en La Habana, una característica prominente del paisaje urbano y un monumento nacional. Aquí, el ícono está colocado de lado, cuestionando su función como luz de guía.
Publicación
Un libro integral relacionado, publicado por The Cisneros Fontanals Art Foundation (CIFO), titulado Adiós Utopia: Art in Cuba Since 1950 (Adiós utopía: arte en Cuba desde 1950), publicado en inglés y castellano, acompañará la exhibición en todas sus sedes. El libro incluye una selección de imágenes de obras emblemáticas que van más allá de las que se presentan en la muestra. Con ensayos de Antonio Eligio (Tonel), Rachel Weiss, Iván de la Nuez, Elsa Vega, Gerardo Mosquera y René Francisco, así como una cronología integral a cargo de Beatriz Gago Rodríguez, el libro se centra en la evolución del concepto y las ideologías utópicas dentro de la producción artística revolucionaria y postrevolucionaria de la isla. Si los artistas fueron apoyados, controlados, suprimidos o aceptados por el ambiente político en Cuba, las ideas expresadas a través de los ensayos presentan perspectivas alternativas desde el punto de vista actual. La cronología crea un marco de referencia al sacar a la luz los eventos que han influenciado y transformado el arte de los últimos 65 años, creando una narrativa ilustrada que incluye fotografías históricas, documentos de archivo e imágenes de obras de arte y publicaciones que tienen valor simbólico y se han vuelto parte de la iconografía del arte y la cultura cubana.
Comisarios organizadores, La Habana
Gerardo Mosquera, comisario independiente
Mosquera es un comisario de arte reconocido, crítico, historiador de arte y escritor. Él fue uno de los organizadores fundadores de la primera Bienal de la Habana, en 1984 y del Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam, en La Habana. Desde 1995 a 2009, él fue un comisario adjunto en el New Museum of Contemporary Art, New York. Desde 1995 ha sido asesor de los estudios Rijksakademie van Beeldende Kunsten en Amsterdam y MUAC en la Ciudad de México, entre otros centros internacionales de arte. Mosquera ha escrito extensamente, ha dictado conferencias y ha organizado exposiciones en más de 70 países durante los últimos 20 años.
René Francisco Rodríguez, artista, docente y comisario independiente
Un artista contemporáneo reconocido internacionalmente, Rodríguez es profesor en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, donde ha sido conocido por ser el mentor de varias generaciones de artistas cubanos desde los años 90. En 1989 fundó el proyecto educativo DUPP (Desde una Pedagogía Pragmática) y revolucionó los métodos de enseñanza sacando a los estudiantes de arte fuera del estudio y llevándolos “al mundo real”. En el año 2000, durante la Bienal de La Habana, DUPP recibió un premio de la UNESCO. Rodríguez tiene un doctorado honorario en Bellas Artes del Instituto de Arte de San Francisco (2001) y fue reconocido con el prestigioso Premio Nacional Cubano en Bellas Artes (2010). Sus obras han sido exhibidas a nivel internacional, incluyendo Brasil, China, Alemania, Italia, España y Estados Unidos.
Elsa Vega, comisaria independiente
Especializada en el arte cubano de las décadas de 1950, 1960 y 1970, Vega ha sido comisaria de arte cubano en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) desde 1993. Uno de sus sellos distintivos como comisaria es la exhibición permanente Otras perspectivas del arte cubano 1951-1963, que ha estado como muestra permanente en el MNBA de La Habana desde julio de 2001. Vega ha organizado numerosas exhibiciones de colecciones nacionales y ha sido co-comisaria en varias exhibiciones internacionales en Brasil, Canadá, Holanda y España. Ella ha escrito ampliamente para catálogos de exhibiciones y publicaciones de arte. Vega ha sido premiada dos veces con el Premio Anual de Investigación Cultural y es integrante de la Comisión Nacional del Patrimonio Cubano.
Alejandro Aguilera, Pedro Álvarez, Alexandre Arrechea, José Bedia, Tania Bruguera, Servando Cabrera Moreno, Alejandro Campins, Iván Capote, Yoan Capote, Los Carpinteros, Yiama Carranza, Mario Carreño, Javier Castro, Chago, Jeanette Chávez, Raúl Cordero, Corrales, Salvador Corratgé, Arturo Cuenca, Sandú Darié, Felipe Dulzaides, Antonia Eiríz, Ricardo Elías, Juan Francisco Elso, Tomás Esson, José A. Figueroa, Carlos Garaicoa, Flavio Garciandía, Alejandro González, Carmen Herrera, Kcho, Alberto Korda, Glenda León, Carlos Martiel, Raúl Martínez, Luis Martínez Pedro, Mayito, José Mijares, Glexis Novoa, Reynier Leyva Novo, Pedro de Oraá, Ernesto Oroza, Umberto Peña, Manuel Piña, Eduardo Ponjuán, Wilfredo Prieto, Sandra Ramos, Fernando Rodríguez, René Francisco Rodríguez, Carlos Rodríguez Cárdenas, Lázaro Saavedra, Esterio Segura Mora, Loló Soldevilla, Rafael Soriano, Leandro Soto, José Ángel Toirac, Tonel