Imperios de lo Plural. Obras selectas de la Colección de la Fundación de Arte Cisneros Fontanals
Marcius Galan, 3 Sections, 2011. Ph: Cortesía del Museo de Arte de Zapopan.
¿Qué es el arte latinoamericano contemporáneo? ¿Quiénes son sus exponentes? ¿Cuál es el papel del coleccionismo en este ámbito? Son preguntas difíciles de responder, pero nos permiten relacionar de manera concisa el contenido de la exposición.
Desde su creación, en 2002, la Fundación de Arte Cisneros Fontanals (CIFO), ha conformado una de las más extensas y sólidas programaciones de arte contemporáneo latinoamericano.
El arte latinoamericano en la contemporaneidad, tal y como está reflejado en la Colección CIFO, incluye artistas de todas las generaciones, procedencias, formación, preferencias y experiencias. Artistas establecidos, de carrera media y emergentes, procedentes de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Uruguay y Venezuela, muchos de los cuales han encontrado otros horizontes fuera de sus lugares de origen. Unos y otros son artistas que se han formado tanto en los espacios académicos de sus países como en las escuelas de arte de los llamados centros de vanguardia. Muchos de ellos atraviesan diversas prácticas multidisciplinarias o híbridas en las que participan los medios tradicionales como los más novedosos, incorporando a su trabajo la infinita gama de recursos que configura el repertorio del arte contemporáneo. Por si fuera poca esta diversidad, la mayoría combina distintas disciplinas del conocimiento y basan su trabajo en la investigación, es decir, entienden al arte como un ejercicio de búsqueda y reflexión sobre el entorno sociocultural en el que actúan.
Las viejas dicotomías que guiaban al arte del continente, a saber: tradición vs. revolución; localismos vs. universalismos; figurativismo vs. abstracción; político-apolítico; público- privado; y tantas otras categorías que daban certezas al debate del arte regional, ya no operan en la contemporaneidad. Como son pocos los que siguen recurriendo al lenguaje iconográfico o narrativo para definir la identidad latinoamericana, cada nueva obra suele ser un reto a los estereotipos de lo latinoamericano.
Por otra parte, son muchos los programas bajo los que los artistas operan, ya sea los derivados de las teorías poscoloniales y de la representación, de la entropía o de las teorías de sistemas, de la epistemología o las ciencias sociales, abordando temas tan complejos como los planteados por los nuevos materialismos filosóficos.
Es muy probable que si buscamos en cada una de las obras de esta exposición algún rasgo que los identifique con la latinoamericanidad, tengamos una labor muy ardua por delante. Pero si entendemos que su contribución ha sido la de configurar un espacio de diálogo y reflexión plural, podremos encontrar en cada una de ellas los imperativos dominantes no sólo en Latinoamérica sino de nuestra contemporaneidad.
Jesús Fuenmayor
Curador